Discurso a la Cumbre para la Paz Mundial
Nueva York, EEUU, 29-31 enero 2009

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Queridos amigos,

Ante todo, quiero expresarles la alegría de estar aquí una vez más en un seminario de la UPF. Realmente viene cumpliéndose un esfuerzo extraordinario de diálogo, de sembrar ideas, desde una visión espiritual y religiosa, pero amplia, que permite la convivencia de gente de pensamiento diverso, de filosofía diferente, y que podemos unirnos en la idea de la paz, de la libertad, de la democracia, de los derechos humanos, de la tolerancia.  Esto es lo que le da sentido a esta Federación y a nuestra presencia aquí acompañado hoy por dos distinguidos diplomáticos amigos de mucho tiempo.

Me parece que en las circunstancias presentes hablar de Latinoamérica, de la democracia sin tener una mirada desde la perspectiva de la crisis en que estamos, sería un error o por lo menos, sería una limitación.  

No podemos ignorar que estamos viviendo un momento muy singular. En los últimos 5 años, nuestra región vivió un tiempo de expansión económica basado en un gran momento del mercado mundial. Se produjo una revaluación de las materias primas, del petróleo, de los minerales, de los productos alimenticios, y todo eso permitió que la región viviera un momento de gran crecimiento. En los últimos 50 años nunca hubo mayor crecimiento que estos últimos 5 años. Desgraciadamente, esto se cortó. Por una crisis muy particular y muy profunda.

Hay quienes dicen que fue tan grande como la de 1929, pero más allá de comparaciones históricas, el hecho es que estamos en una crisis mundial. No es algo que afecta en forma parcial, o que afecta sólo a Wall Street.  Estamos ante una crisis general y ello va a poner en riesgo y en tensión a todas las relaciones políticas y jurídicas.

Todos sabemos que en los tiempos de bonanza, en los tiempos de prosperidad es más fácil el diálogo, son más fáciles las relaciones políticas, es más fácil la vida social. Vamos a vivir ahora un tiempo de tensión. Y la tensión económica ya está generando desocupación. Hay mucha desocupación que está apareciendo en EE.UU, en Europa y en nuestra propia América y esto es grave, porque pone en cuestión todos los valores de la convivencia social.  Entonces, debemos mirar un poco esta crisis desde nuestra perspectiva y de la perspectiva interamericana:

Primero, sabemos cómo nació la crisis. La crisis nació en el sistema financiero. Fue el resultado de excesos del sistema financiero. En la banca, fundamentalmente de EEUU, de Inglaterra, de Latinoamérica y de otros países, se produjo un exceso de créditos sin garantía. No vamos a entrar en la tecnicalidad del tema pero básicamente es eso. Fue un exceso de crédito, de liberalidad en el otorgamiento de crédito, que generó una euforia artificial en la vida económica. Dicho de otro modo, un crecimiento y una expansión que no se sustentó realmente en una economía real sino en una burbuja financiera que era una ilusión.

Sabemos entonces el origen de la crisis. Muchos pensaron que esto se resolvería dentro del sistema financiero, pero una vez más, el sistema financiero demuestra que es de una enorme importancia y también peligrosidad. Importancia porque la economía no funciona sin crédito, ni la gran economía ni la pequeña empresa. No funciona sin crédito. Peligroso, porque los excesos son de un potencial expansivo extraordinario, que es lo que estamos hoy sufriendo. Por eso, a veces es difícil entender cómo enfrentar una crisis así.  Creo que en América Latina no somos muy expertos en situaciones normales, pero somos bastante expertos justamente en situaciones de crisis. Tenemos un ‘master’ en crisis. Y todas estas soluciones que hoy oímos hablar, todas las hemos tenido que aplicar nosotros en algún momento.

Entonces esta crisis, ¿qué nos dice? Hay quienes dicen “Bueno se cayó el sistema capitalista”. Eso es una ilusión. ¿Cuál es la otra alternativa? No la hay. No existe. No hay otro sistema frente al del sistema capitalista. Hubo en su tiempo la ilusión de los sistemas socialistas, pero desapareció. Hay quienes dicen “Bueno, no cayó el sistema capitalista pero caerá la globalización”. Otro error. La globalización no es el resultado de un decreto. La globalización no es el resultado de un país. La globalización no es una estrategia. La globalización es un hecho científico, es un hecho técnico. La globalización fue un resultado de un progreso en la ciencia. La computación o informática, la Internet, los satélites de comunicación, la información al minuto, la biotecnología, la biofísica. Y eso intercomunicó al mundo y es algo que nadie puede ni manejar ni impedir. O sea que acá ni se termino el capitalismo ni se termino la globalización.

Cada 20 o 30 años se anuncia que el capitalismo se va a enterrar, y he sido invitado varias veces a ese funeral, pero nunca apareció el muerto. Por eso digo que no veo cuál es la alternativa. Acá ni cayo el capitalismo, ni terminó la globalización.

Entonces, ¿qué es lo que ha pasado? Bueno, lo que está claro que ha terminado es un mercado financiero internacional libre y sin regulación. Eso terminó. Hoy todo el mundo es conciente de que esto no es más posible. Y que así como la mayoría de los países han tratado de regular su sistema bancario para que tenga solidez, no es posible que al lado de los bancos se desarrolle toda una locura financiera sucediendo préstamos que terminan siendo una total ilusión. Esto sí terminó. De aquí no podemos salir con el mismo sistema financiero con el cual entramos. Esto está claro. Y ese será un esfuerzo que debe hacerse colectivamente.

La otra cosa que se terminó es que eso se pueda resolver en un país. Eso no lo puede resolver EEUU. Esto no lo puede resolver Europa o China. La crisis, es verdad, nació en EEUU pero luego pasó a ser universal, y en consecuencia, hoy son sólo soluciones multilaterales las que puedan sobrellevar la situación.

América Latina sin EEUU no puede salir de esto. EEUU sin el resto del mundo tampoco puede salir. Es imposible. Para EEUU es imposible salir, porque su mayor acreedor es China. Y EEUU es un gran deudor de China  Es decir, su moneda está dependiendo de las resoluciones de China. Si China hoy vendiera los 400 mil millones de dólares que tiene en bonos norteamericanos, generaría un caos en la moneda mundial y en los EEUU. Y naturalmente China no lo desea porque EEUU es también su principal mercado. De modo que aquí estamos necesariamente interrelacionados y necesariamente obligados a pensar de que aquí no va a haber soluciones unilaterales.

Al pobre presidente Obama, desgraciadamente ve cuando uno mira la TV, y parece que le piden que sea Dios. Que sea el Rey Mago, que tenga solución para todo. Y esto no me parece lógico porque esto puede ser mañana causa de decepción. La mayor responsabilidad del presidente nuevo de los EEUU es empezar por regular su propio mercado, tratar de equilibrar las finanzas norteamericanas, que esto ya será una contribución, y en segundo lugar, establecer los mecanismos de diálogo para saber que con Europa, con Japón, con China y con América Latina podamos en conjunto enfrentar la situación. Estamos todos necesariamente obligados a mirarlo desde ese punto.

Y felizmente, ahora ya no estamos hablando sólo de G7, de 7 grandes, sino que estamos hablando ya de 22, donde hay 3 latinoamericanos, es decir Brasil, Méjico y Argentina, y esto, creo que es importante también.  Quiere decir que acá lo que terminó es un modo de operar unilateral y un modo de concebir las finanzas. Y lo que tenemos que pensar entonces, es que pasaremos un tiempo muy difícil, y que es inevitable. Aparecen a veces voces demagógicas con ilusiones de que es posible soslayar la crisis. No. La crisis no podrá soslayarse porque se ha destruido mucho capital, porque se ha producido una ruptura muy fuerte en el mercado, porque los precios están extraordinariamente alterados, y porque habrá que generar un nuevo equilibrio, y ése es el gran punto. Naturalmente, la crisis pasará. Si hacemos las cosas mejor, pasará rápido. Si la hacemos mal, demorará más.  

Lo mismo pasó en el manejo inicial de la crisis: Se dejó caer al primer Banco Lehman´s Brothers. Y eso fue, desde mi punto de vista, un error. Eso influye en este tipo de decisiones. ¿Por qué? Yo sé lo que le pasó al gobierno de EEUU. Es muy difícil explicarle a la gente que se va a salvar a un banco. Es la cosa más impopular que existe. Lo que pasa es que hay que distinguir entre el banco y el banquero. Entonces, el gobierno tiene que tratar de salvar el banco y tratar de que el banquero asuma sus responsabilidades. Pero es muy difícil.

Ocurre la primer quiebra y el gobierno de EEUU dijo “Estos señores son responsables, ¡que se arreglen ellos!”. A los pocos días tuvo que cambiar la estrategia porque se dio cuenta que iban a caer todos en cadena, y que no era posible. Y ahí nos enfrentamos con esa verdad que a nadie le gusta, porque todas las religiones desde que el mundo es mundo, condenan el préstamo, y en consecuencia nadie quiere a los bancos. Pero los bancos están y se ha demostrado que no es posible tener una economía funcionando sin banca, sin crédito. Y eso es importante para los grandes, y aún más importante para los pequeños. Entonces se cometen errores. Ese fue un error. Ahora también, no tenemos que cometer nuevos errores. Entonces, arreglar las finanzas pero mantenerlas funcionando. Tenemos que mantener funcionando el sistema financiero internacional y nacional.

Felizmente, la mayoría de los estados no están reaccionando hoy como en la crisis del ‘29. De tomar distancia y dejar a cada uno que resolviera. Todos los gobiernos están lanzando estos paquetes de estímulo a la economía. Por eso está nuevamente de moda el economista Keynes. Lord Keynes, economista británico muy famoso, que en los últimos años fue un poco relegado porque se pensaba que era demasiado estatista y eran en años en que había una corriente más liberal. Pero hoy todos los estados están actuando al “estilo Keynes”, digamos al estilo Franklin-Roosevelt después de 1933.

Se entiende que lo peor es que el mundo caiga en una recesión profunda y que las grandes masas sin trabajo desequilibren toda la situación. En ese sentido, creo que estamos en la buena dirección. Pero requerirá esfuerzo, trabajo y no perder de vista que la crisis terminará, y un día nos vamos a encontrar de nuevo con un mundo global, porque seguirá globalizado, con un mundo de desarrollo científico y tecnológico de enorme velocidad que va a seguir ocurriendo, porque, mientras procesamos la crisis, van a seguir apareciendo aparatos nuevos, inventos nuevos, métodos de transmisión nuevos, medicinas nuevas, equipamientos médicos nuevos, etc. Y tenemos que pensar que debemos estar preparados para ello.

Esto nos exige muchos esfuerzos. Yo diría que en el plano internacional, señalo los dos que veo más importantes. Y en el plano nacional también, aunque ambos están vinculados.

En el plano internacional, hay 2 temas que son necesariamente obligatorios para todos. El terrorismo y el narcotráfico. Son 2 temas insoslayables y también internacionales, y no lo puede resolver un país. Está probado. No ha podido Colombia solo.  A pesar de que tuvo grandes éxitos. Y menos está pudiendo Méjico. De EEUU salen armas y también sale dinero. De modo que aquí hay que hacer una acción colectiva fuerte, que es una gran responsabilidad del nuevo presidente.

Lo mismo pasa con el terrorismo internacional. Son los dos grandes factores que en este momento pueden significar los mayores problemas, y pensando en la perspectiva de futuro, nuestros países tienen que abocarse, desde ya, a cuidar su democracia, desde ya a cuidar sus libertades, porque van a estar amenazadas.

Cuando hay buen humor, cuando hay bonanza todo resulta sencillo
Cuando la economía se restringe y hay mal humor, la situación se pone muy compleja, e incluso estos llamados gobiernos populistas según lo que aquí se ha hablado, bueno, pueden ser más peligrosos porque con dinero para satisfacer todas las expectativas es más fácil. Cuando falta el dinero, pueden venir las medidas autoritarias y esta es la gran preocupación. Y  ellas se vinculan fundamentalmente a dos grandes esfuerzos que tendrán que realizar nuestros países.

El primero es en la energía. Pasada esta crisis, vendrá nuevamente demanda de energía, y eso tenemos que resolverlo. Estamos muy atrasados en esos temas. Hay petróleo, hay agua, hay gas en toda nuestra América, pero no lo hemos podido resolver bien. Chile importa el gas de Asia, y no porque lo desee, sino porque no ha logrado tener buenas relaciones para poder afianzarlo. Eso es un ejemplo de los tantos de que no hemos podido resolver la energía.

Y el otro que es fundamental es la educación, y con ello termino. Creo que el gran esfuerzo de nuestra América Latina debe estar hoy en la educación. Tenemos que seguir universalizando la universidad, la educación preescolar. La educación básica hoy está ya casi universalizada, pero no tiene la calidad necesaria. Hay que entender que sólo una educación superior es lo que nos va a permitir alcanzar lo que alcanzamos.

Hoy todos hablamos del presidente Obama. Sí. Ése ha sido el resultado de una gran lucha por los derechos humanos, pero también de la educación de la población de origen africano norteamericano. Se superó. Se superó. Llegó ¿por qué? Porque accedió a las escuelas, a las universidades. Se cultivó. Entonces produjo estos grandes ciudadanos de gran categoría. No hace mucho tiempo el Gral. Powell podría haber sido un gran candidato. Hoy lo ha sido Obama; y lo mismo pueden ser otras grandes figuras. Eso es el resultado de la educación. El elemento transformador es la educación. Educación que capacite. Educación que promueva, y educación también que, como aquí tanto se cultiva, respete los valores esenciales de la espiritualidad, de la humanidad, de nuestra visión del mundo. Muchas gracias.

Respondiendo a preguntas:

El tema de las desigualdades lo arrastra Latinoamérica desde siempre y es nuestra responsabilidad. Estamos hablando ya en la víspera de nuestros bicentenarios. Es decir que hace 200 años que tenemos nuestra independencia. El gran esfuerzo lo debemos hacer nosotros adentro de nuestros países. No todos los países tienen la misma desigualdad.

Puedo decir que en el Río de la Plata y en mi país se logró una mucho mejor distribución del ingreso a raíz de una acción del Estado con programas sociales que permitieron ir quebrando las barreras de la desigualdad, y para ello, las bases fueron la seguridad social y la educación.

El segundo tema que se me plantea es sobre los posibles absolutismos democráticos. Es decir, aquellas corrientes que, dentro de la estructura formal de la democracia, conduzcan a situaciones autoritarias. Eso es así en algunos países. No sé si aquí hay alguien de Venezuela pero en Venezuela estamos en una situación de esa naturaleza. Es decir, que la estructura formal de la democracia está. El gobierno es electo, pero es evidente que el poder del Estado se está usando para imponer la voluntad del gobierno y para lograr que el gobierno quede eternamente, lo cual, indudablemente, es una herida a la democracia. Vemos todo eso con preocupación y que debemos luchar para que precisamente no ocurra, no se consolide esta situación que nos va a alejar indudablemente del ideal democrático. Nada más.

Hay una crisis financiera o hay una crisis de moralidad? Creo que la crisis financiera tiene una base en la falta de moralidad. Sin duda, quienes ejercieron las finanzas de eso modo descontrolado que estamos viendo hoy, han incurrido en faltas morales. Por eso dije “Hay que salvar el sistema, pero no hay que salvar a los responsables. Y esa es la responsabilidad de los gobiernos. Sin duda, todo esto ha sido un resultado de una crisis moral, y por eso tienen que nacer regulaciones inspiradas en una visión realista, pero a su vez, que asegure que esa zona tan difícil de la actividad económica como las finanzas, transcurra dentro del rigor ético imprescindible.

En segundo lugar, se ha planteado el tema de la energía. Creo que está muy bien. Hoy estamos viviendo un proceso de destrucción enorme de la atmósfera, de los bosques, de contaminación del agua, contaminación del aire, y es preciso realizar un gran esfuerzo. Se está realizando. Tenemos que seguir trabajando las energías alternativas. La energía solar, energía del viento, la energía del mar y la energía nuclear. Hasta ahora era tomada como un tabú, pero que cada vez más se comprende que podemos manejarla de un modo adecuado. Estoy de acuerdo en que la distribución de los bosques, la distribución de la Amazonia es uno de los graves problemas que estamos viviendo.

Por último, quiero destacar el núcleo de este diálogo que hubo entre el amigo de Israel y el amigo de Palestina. Y esto me parece la esencia del tema de la paz. Y digo, que más allá de los diálogos políticos, son necesarios estos gestos. Pero estos gestos luego tienen que traducirse en una política, porque la base del concepto de la amistad  y de la convivencia, la respuesta no va a estar en los políticos. Va a estar en las escuelas y va a estar en las mezquitas y en las sinagogas. Son los templos y las escuelas los que tienen que construir la paz desde los niños. Desterrar la semilla del odio. Las soluciones políticas, lo que tienen que hacer es ganar tiempo. Las soluciones políticas son para ir equilibrando las cosas un tiempo. Las soluciones políticas son para detener treguas en la guerra, pero si en las escuelas y en los templos de unos y otros lados no hago responsable a nadie, se va a seguir predicando odio. El odio cosechará odio. Si se predica paz, se cosechará paz. Es en los templos y en las iglesias donde va a estar la respuesta. Muchas gracias.