Comentario para la consulta sobre la necesidad de establecer un Consejo Interreligioso en la ONU, organizada por la Federación para la Paz Universal, Buenos Aires, Argentina, 24 de agosto 2010
Reafirmando la necesidad de superar los profundos conflictos mundiales que aqueja a la humanidad y el deseo de nuestro Creador de cumplir el ideal original de la creación, una cultura original de paz y hermandad, es que adherimos a la brillante y sublime propuesta realizada por Sun Myung Moon el 18 de agosto de 2000, de establecer un Consejo Interreligioso dentro de la estructura de la Organización de las Naciones Unidas.
El Fundador del Movimiento de Unificación, quien viene siendo una ofrenda de vida al trabajo por la paz mundial y el diálogo interreligioso, ha proclamado alrededor del mundo la urgencia de una renovación de la ONU, cuya misión le incumbe el desarrollo de estrategias para establecer la paz global. En este sentido, plantea: “Los conflictos surgen por distintas razones, pero uno de los factores primarios para su aparición es la profunda falta de armonía que existe entre las religiones del mundo. Por lo tanto, cuando somos testigos de las muchas tragedias que ocurren en el mundo, deberíamos reconocer la importancia critica de que las religiones se unan, dialoguen y se abracen”.
Los esfuerzos de nuestros líderes políticos realizados hasta ahora no ha sido suficiente para alcanzar y desarrollar la misión de la ONU, porque “la paz mundial sólo puede lograrse plenamente cuando los esfuerzos y la sabiduría de los líderes religiosos del mundo, que representan las preocupaciones internas de la mente y de la conciencia, cooperen respetuosamente con los líderes nacionales que tienen grandes conocimientos y experiencias sobre la realidad exterior. A la luz de esto, ha llegado el tiempo de considerar seriamente la posibilidad de reestructurar las Naciones Unidas. Quizás haciendo posible que la ONU sea una institución con dos cámaras de gobierno”, afirma Sun Myung Moon.
La religión, a través de muchos de sus líderes espirituales, ha ofrecido importantes contribuciones en el camino de construir un mundo de paz. Ha sido y es una parte esencial de nuestra vida e identidad, así como también forma la base de nuestra visión y nuestras acciones dado que inspira y ofrece guía a los individuos y a los movimientos en forma constructiva, de modo que la inclusión de un Consejo Interreligioso en el organismo resulta crucial.
La misión de este Consejo Interreligioso estaría centrado en la promoción de un diálogo interreligioso basado en principios universales y valores morales fundamentales, que permita la cooperación y mutuo entendimiento, base esencial para alcanzar una paz duradera.
Una vez más, con el más elevado interés en contribuir a una cultura de paz, amor verdadero y felicidad para la humanidad y nuestro Creador, adherimos a la ya mencionada propuesta realizada hace ya 10 años por Sun Myung Moon en la Sede de las Naciones Unidad.