Buenos Aires, Argentina - La Celebración del Día Internacional de la Amistad 2013 fue una propicia ocasión para dar continuidad a una de las iniciativas de la Universal Peace Federation (UPF), el reconocimiento de referentes de diferentes áreas como Embajadores para la Paz, que realizó el capítulo argentino de UPF el 30 de julio en la Embajada para la Paz en Buenos Aires.
Emoción, hasta no poder pronunciar palabra, gratitud y renovación del compromiso de servicio manifestaron 15 líderes al recibir la distinción, en línea con su trabajo en las más diversas áreas: espiritual, cultural, educativa, solidaria, cívica, artística, humanitaria, científica, ecológica, etc. Previamente el video “El mundo en un punto de transición” reseñó el marco que dio origen al reconocimiento de “Embajador para la Paz” y sus valores.
“Puentes de paz”
Referentes de los más diversos campos recibieron el reconocimiento en la ocasión, en su mayoría parejas, considerando el valor agregado que le da a cualquier organización una base sólida de unidad donde se compartan las decisiones. Los incansables dirigentes sociales y empresarios Constanza Sena y Hernán Provot, Jaime Fischer y su esposa María Noemí Romero, de dilatada trayectoria en tareas relacionadas con la convivencia para el diálogo y la paz social; y los pastores Juan Climenti y Susana Riverol, pioneros en las campañas evangélicas, quienes recordaron el versículo bíblico donde “somos embajadores” por mandato divino (II Corintios 5:20), llamados al “ministerio de la reconciliación”.
Del ámbito cultural artístico fue distinguido el matrimonio de Beatriz Signoretta y Rubén Herebiay la cantante ítalo argentina Lila Ramini, el Dr. Sergio Auger, quien junto a su esposa María Cristina Molina realizan con admirable vocación de servicio una amplia tarea de asistencia a las comunidades tobas del Chaco; Faiza Yahia, por su tarea solidaria; la Prof. Lucrecia Potenza, dirigente de amplia trayectoria en la participación cívica; y Marcela Baialardo y Sebastián González, reconocidos por su tarea del despertar de conciencia y su trabajo en red con organizaciones espirituales y ecologistas.
Cada uno de los cuales cumplió con un pequeño rito antes de recibir el diploma: encendió una vela, símbolo de luz y calor, de verdad y amor, cualidades distintivas para la conducción de un “liderazgo de corazón”, comprometidos con la “cultura del encuentro”; “puentes” entre sectores, organizaciones, nacionalidades y religiones.
“Revolución del corazón”
Al principio Marcela Baialardo y Sebastián González, directores de Espacio Azul, quienes llegaron desde Santa Fe para el reconocimiento, brindaron un “Mini concierto de paz”, donde invitaron a “sumergirnos en la ola de los sonidos de la naturaleza para vibrar en armonía interior y elevarnos para lograr la expansión de una consciencia de paz, amor y unidad”. El aquietamiento del espíritu y las emociones fue la ocasión para recordar al Pastor Carlos Córdoba, un Embajador para la Paz quien ascendió al Mundo Espiritual el 28 de julio luego de una fructífera vida de servicio hasta el último instante, pese la grave enfermedad que lo afectó durante los últimos años.
“No se puede construir paz si no viene del interior”, expresó previo al reconocimiento Carlos Varga, Director del Movimiento de Unificación en Argentina, al exponer sobre “el corazón” del liderazgo en esta nueva era. Es “alguien que prioriza el bien de los demás al propio”, que es “como una estrella que puede dar brillo y claridad a los demás” y es “un verdadero reconciliador, pacificador y unificador”. Citó al Papa Francisco y particularmente la oración del santo del cual el nuevo líder espiritual del catolicismo tomó su nombre, una súplica imbuida de todos los valores que se esperan de un líder: “Señor has de mi un instrumento de tu paz”. “Seamos conductores de una nueva cultura del corazón. Hagamos una verdadera revolución, pero una revolución del corazón”, concluyó.
Cabe recordar que la iniciativa de reconocer a referentes como ‘Embajador para la Paz” surgió a principio del nuevo milenio por inspiración de Sun Myung Moon, cuando alumbraban renovados aires de esperanza de un mundo de paz, pero contradictoriamente prevalecieron viejos conflictos atados al antiguo paradigma de la confrontación, pese los esfuerzos de organizaciones, gobiernos y la propia ONU.
“Lazos de afecto”
La ONU (Resolución A/65/L.72) propuso en abril del 2011 se celebre cada 30 de julio el Día Internacional de la Amistad, porque entiende que “la amistad entre los pueblos, los países, las culturas y las personas puede inspirar iniciativas de paz y presenta una oportunidad de tender puentes entre las comunidades, honrando la diversidad cultural”. Pueden citarse variados antecedentes, de entidades y personas, que promovieron el valor de la amistad, como la Cruzada Mundial de la Amistad, ideada por el Dr. Ramón Bracho (Paraguay) en 1958; y la celebración del Día del Amigo, que expandió a nivel mundial el Dr. Enrique Febbraro (Argentina), inspirado en la llegada del hombre a la luna en 1969.
Precisamente durante la celebración el poeta Donato Perrone, integrante del Consejo de Paz de UPF Argentina, dio lectura al breve pero contunente Mensaje de ocasión del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, quien reafirmó que la fecha “es una importante oportunidad de abordar los malentendidos y la desconfianza que subyacen en muchas de las tensiones y los conflictos del mundo actual” y “que la solidaridad humana es esencial para promover una paz duradera y propiciar un desarrollo sostenible”. También instó a cultivar “lazos de afecto que fortalezcan nuestra común humanidad y promuevan el bienestar de la familia humana”. Al cierre cantó el destacado tenor lírico Ángel Cerricchio, quien interpretó magistralmente el “Ave María”, “América” y “O sole mío”.
Lic. Miguel Werner
Secretario General UPF Argentina