Buenos Aires, Argentina - El “Día Nacional del Abuelo”, que en Argentina se celebra cada tercer domingo de agosto, fue la ocasión para brindarles un sencillo, pero sentido homenaje a los adultos mayores del Hogar Santa Ana y San Joaquín del Barrio de Flores, de la ciudad de Buenos Aires. Allí un grupo de Embajadores para la Paz y allegados a la UPF Argentina y la Federación de Mujeres local (WFWP) confraternizaron en un almuerzo y una sobremesa de sorpresas el 23 de agosto.
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Ofrecieron una hospitalaria recepción el Lic. Hugo Cattoni y su esposa la Prof. Leticia Castorina, directores del Hogar de la reconocida asociación internacional Mensajeros de la Paz. Durante el almuerzo, cada visitante se sentó en una mesa distinta con cada adulto mayor de modo de compartir de manera más personalizado. Tras el almuerzo, los directivos anfitriones y el Lic. Miguel Werner, Secretario General de UPF Argentina, y la Lic. Rosetta Conti, Presidente de la Federación de Mujeres local, entregaron diplomas de reconocimiento.
Un momento igualmente gratificante para los habituales concurrentes del hogar de día fueron los números artísticosy también los sorteos con pequeños obsequios. Ofrecieron canciones Noriko, Mieko y Emiko, de origen japonés, donde los adultos mayores y antepasados son casi sagrados, mientras la pareja de baile de Marcos Daverio y Elsa entusiasmó a los presentes con danzas folclóricas, con sus típicas vestimentas, a las que se sumaron algunos abuelos.
“A la labor desarrollada en sus años de vida como adulto mayor, a su voluntad de servicio y asistencia, a su sabiduría y experiencias, y a su comprensión y gran solidaridad”, decía el diploma entregado a algunos abuelos, quienes se mostraron muy agradecidos y se emocionaron con este pequeño gesto. “Lo que importa es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos” (Madre Teresa de Calcuta) expresaba una frase estampada en el certificado de reconocimiento, en sintonía con el emotivo momento vivenciado.
UPF Argentina