Ponencia en el seminario “Hacia un Nuevo Paradigma para la Paz y el Desarrollo Humano en América Latina”, organizado por la Federación Internacional por la Paz Mundial,
Montevideo, 22 de abril de 2014
Muy bienvenidos a nuestro país. Para mí es un gusto estar de nuevo en una reunión convocada por la World Peace Federation, a todas sus autoridades le agradecemos su invitación, y a los compatriotas muy especialmente que hayan venido.
Quiero tener una palabra de bienvenida para la Sra. Celina Moon que ahora se va a juntar con nosotros, y que me han dicho que ha hecho una intervención en el castellano, que la tenemos que felicitar y decirle que siga estudiando nuestro idioma.
Como ustedes saben, la paz es el centro de las preocupaciones de este movimiento y fue el centro de las preocupaciones del Dr. Moon mientras vivió, y por eso que me pongan a mí en el compromiso de hablar sobre la paz es muy difícil para mí. Y quiero decirles que no se asusten, que no van a escuchar ni filosofía ni teología, aunque un poquito de ambas va a estar dentro de lo que vamos a razonar, porque sería imposible no hacerlo.
Van a escuchar simplemente reflexiones de alguien que ya está en la etapa del final de la vida, de haber vivido muy intensamente la actividad política y de haber conocido todos los lados buenos, malos y regulares de la naturaleza humana, la cual sigue sorprendiéndonos, lamentablemente y generalmente para el mal.
En las religiones del libro, nos decimos Shalom, nos decimos Shalam, nuestro señor Jesucristo nos dice, la paz sea con ustedes. Por supuesto que como religioso observante judío, pero, vemos que es esta palabra tan linda se usa para el primer contacto entre personas, lo primero que se dice. No se si no tendríamos que empezar a usarlo nosotros mismos como parte de esta tarea de fomentar la paz. Hola, es muy lindo. Que tal, también. Hello, sí, es hola, pero, la paz sea contigo, podría ser una manera de introducir el concepto en la vida cotidiana.
Ciertas religiones, las religiones del libro, como les llamamos, las religiones abrahámicas, usan esta palabra como salutación. Es porque es el más importante deseo que uno manifiesta al otro ser humano, es lo que uno quiere para sí mismo y es lo que uno quiere para los demás.
Yo he disfrutado mucho una publicación del movimiento que se llama Antología Comparativa de las Religiones. Ese libro me lo regalaron en Washington, cuando tuvimos una conferencia. Es un libro importante, les recomiendo que lo pidan, que se los regalen como me lo regalaron a mí, porque la recopilación de ese libro es algo admirable, gente que allí está nombrada, se tomó el trabajo de elegir un concepto y buscar su correlación en la Torá, los Evangelios, el Corán, las ideas hinduistas, taoístas y hasta el pensamiento no religioso, pero sí filosófico de Confucio. Es un libro delicioso, porque nos muestra el común denominador de nuestras civilizaciones.
Así que yo creo que habría que editarlo en español, y ponerlo en el web, porque creo que es un instrumento de civilización que muestra dos cosas, cuán profundas son y primarias esas ideas y esos valores en las distintas religiones y cuán extendido está el mismo concepto, porque en definitiva el ser humano, cuerpo y alma, alma y cuerpo no cambia mucho, según el lugar donde haya nacido.
Esa dimensión personal que es más propia de lo religioso propiamente dicho, cuando se llega a la última realidad, dice el prólogo de la palabra paz, en ese libro, cuando se llega a la ultimate reality, se llega a la paz, es más en muchas religiones el Nirvana, que es el estado superior de evolución de la espiritualidad, equivale a la paz, que en las religiones orientales se compara a un lago brillante y tranquilo, es decir hay toda una serie de imágenes de poesía.
Pero que nosotros sabemos que son verdad, porque, la claridad de mente y la tranquilidad del corazón todos la hemos deseado, y le llamamos, estoy en paz con migo mismo, que pacífico, que bien que estoy en este momento. La dimensión colectiva, ya es más compleja, ¿no cierto?, porque ya no alude a mi relación con lo que sea Dios, altos niveles filosóficos o valores sino con nuestros congéneres, seres humanos, y entonces allí encontramos comunes denominadores de la religiones abrahámicas, como decíamos pero también de esas religiones, con esas manifestaciones del oriente extremo, ahí se nos dice, y es verdad en lo esencial y en lo profundo, vamos a ver después si lo es en lo cotidiano, que el amor es el gran motor que debe regular las relaciones entre los seres humanos y el que rompe las hostilidades grupales, de clase, de secta, de religión, de país y aun de continentes.
Para los cristianos, el Reino de Dios, por el cual pedimos al rezar el Padre Nuestro, ha sido muchas veces, ustedes recordarán, representado por lo que dice la escritura del Antiguo Testamento, de que las fieras van a estar junto al cordero, de que un niño los va guiar. Yo recuerdo, de chico tenía en mi cuarto, un grabado de inglés, que había estado en la familia, donde vivía era un niño Jesús, pequeñito con su mamá, y un león gigante al lado, que siempre se me grabó desde pequeño, el Reino, era lo que nuestro Señor y la religión Judeo Cristiana sostiene como el ideal.
También es cierto que en las bienaventuranzas, en el sermón más importante de Jesús, dice, bienaventurado los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Es decir, los conceptos son estos, back to reality, volvamos a la realidad, o bajemos a la realidad.
Teníamos la paz como sentimiento interno, propio, individual, y el ideal de la paz entre personas, naciones, pueblos y religiones. La realidad nos dice que, y fíjense que tremendo es esto para los que tenemos fe, la causa mayor de muertes en la historia de la humanidad han sido las religiones, y elijan ustedes las circunstancias que quieran, yo creo que los que menos han agredido a otros por religión han sido los judíos, pero cristianos con cristianos, cristianos con judíos, judíos con musulmanes, musulmanes con cristianos, protestantes contra católicos, bueno, que les voy a decir, porque ustedes ya lo saben.
Quizás el máximo pecado de la humanidad ha sido tomar como pretexto la fe para matar al otro, es lo de Caín pero multiplicado muchas veces. El factor de odio que llevó a ese gran pensador, por supuesto que un hombre muy realista como era Job, a decir: “Homo homini lupus est”, “El hombre es el lobo del hombre”, es la frase más dura, pero cuán verdadera es, “El hombre es el lobo del hombre”, “Homo homini lupus est”, y de ahí las guerras que han sido el azote de la humanidad, de la cual parece que no nos podemos librar.
Cada vez que termina una de las grandes conflagraciones dice, bueno, ahora sí. Hace cien años empezó la guerra del 1914, ¿no cierto? La guerra que estaba destinada a terminar todas las guerras, la más cruel, la más terrible. Cuando Europa se desangró, dijeron, bueno, ahora viene la sociedad de las naciones…, ahora, y bueno, y ustedes saben que las propias consecuencias de la guerra esa, fueron generando la otra y la otra y la otra.
Ahora, nosotros no podemos definir la paz solamente como ausencia de guerra, sería una definición por exclusión, que no es demasiado aguda, desde el punto de vista intelectual, puede servir, pero, ¿es la paz, sólo la ausencia de guerra? Me parece que tendríamos un concepto muy barato, muy pequeño, muy estrecho de la paz, si es sólo la no guerra, de la misma manera que la salud, no se define por no enfermedad, la salud se define por el estado óptimo de las potencias del ser humano, física, intelectuales y psíquicas, o algo por el estilo.
Una vez lo leí y no me acuerdo del todo, pero sé que es así, entonces, nosotros no podemos decir, hay paz porque no hay guerra. Puede haber equilibrio, ustedes me dirán, era mejor el equilibrio de aquellos tiempos, puede ser.
Fíjense lo que les estoy diciendo, durante mucho tiempo tuvimos lo que se llamaba en inglés, “MAD, mutually assured destruction” “Destrucción mutua asegurada”, el equilibrio del terror. Nadie se animaba a apretar primero el botón, porque desaparecían los dos, y eso dio una estabilidad, un equilibrio.
Ahora, ¿era paz? No, si al amparo de esos equilibrios se desarrollaron guerras puntuales, donde se mata igual que en la grande, en menor escala, no es industrial la matanza, pero es artesanal y muchas veces muy eficaz, el equilibrio del terror nuclear no lo podemos tomar como paz.
Quizás hubo pausas entre guerras, fíjense ustedes, y miro para atrás a la altura de mis abuelos, ¿no? tres generaciones, 1870, guerra Francia y la formación del Imperio Alemán, del 1914, del 1939, de Corea, de Vietnam, del Medio Oriente, de Kosovo, de Sudán, de Ucrania y Siria ahora.
No ha habido paz entre medio, entonces, nosotros, creo, que tenemos que ser bastante escépticos, o por lo menos muy realistas en cuanto al logro efectivo de la paz en esta dimensión colectiva.
¿Por qué? Y bueno, entre otras cosas, están volviendo las guerras religiosas. Ha habido un agravamiento de las crisis internacionales por un factor religioso. Piensen simplemente en esto y verán qué importancia tiene lo cultural No cultural, en el sentido de saber el nombre de un pintor o de reconocer una música, ¿no? Vayamos más profundo en el concepto. Categorías mentales que nos permiten analizar la realidad, para mí esa es una definición de la cultura.
Cuando se generalizó algo que era muy viejo, que era y es, que a mí no me importa morir, porque si muero haciendo una actividad bélica, me voy al cielo de Alá, se transformó la guerra en el mundo, porque el que se sienta en un avión y no le importa que el avión caiga es un arma mucho peor que un misil, estamos volviendo a la inmolación de niños, el muchacho joven, en nombre de la religión y para destruir a los otros y no a los soldados contrarios, a la gente.
Y luego, la permanencia de los factores geopolíticos que tampoco serenamente podemos decir que se borren. Este impulso de Rusia, por llegar y mantenerse en los mares cálidos. Es tan antigua como la formación de Rusia bajo Pedro 1° y de Catalina. Rusia está encerrada y quiere, por el Báltico, no solamente tiene hielo, si no los estrechos de la Península de Dinamarca y Escandinavia, por abajo, por Crimea, tiene los Dardanelos, por el Pacífico, no. Pero, fíjense como factores, geopolíticos, están determinando el tema de Ucrania. No hay otra explicación principal que esta. Entonces, a pesar de todo esto, tan terrible que hemos descripto.
¿Es posible, la paz? Yo creo que en este momento, vivimos como impedimentos para la paz, algunos que sí se podrían suprimir, otros no. Desde que existen el bien y el mal, o sea desde el primer día, y hasta el último, el bien y el mal van a estar con nosotros. Tenemos que tratar de que gane el bien, pero el mal está adentro de nosotros, y por algo se llama pecado original, el espíritu de negación y el espíritu de soberbia. Hoy, por ejemplo tenemos al hombre que está solo en sociedad.
Y ustedes dirán, ¿es un juego de palabras? Sí, para que suene un poquito más este concepto, solo y en soledad. Porque fíjense el autismo que provocan los medios de comunicación.
Pero, miren, los otros días me llegó un mail, que dice, reunión de familia, y están en la mesa, y están todos (haciendo señas de estar utilizando un celular). Hay una chica y un chico, monísima ella y él, pareja, y están los dos (haciendo señas de estar utilizando un celular).
Y ustedes saben, porque tienen hijos, tienen nietos, que es uno de los peligros que estamos viviendo, que el hombre esté solo en sociedad. Nunca más vinculado potencialmente y nunca más solo. Vivimos un egoísmo cortoplacista que algunos le llaman consumo, y otros consumismo, acá tenemos un presidente que a veces, trata de ser filósofo y entró en este tipo de conceptos.
El consumo es algo bueno, es lo que hace funcionar gran parte de las economías. Lo que yo compro da trabajo a mis compatriotas, o a gente en el otro lado del mundo. Lo importante, es no ser consumista.
Una gran personalidad religiosa, el Padre Arrupe, que fue general de la Compañía de Jesús de los Jesuitas, fue el último gran general, como le llamamos los que somos de esa vertiente de educación y de filosofía, acuñó un concepto muy inteligente. La cosificación del hombre, decía que el hombre estaba obsesionado con poseer cosas, things, materia, que como todos sabemos, la satisfacción que dan las cosas materiales es bastante pasajera. Decía Jesús, donde esté tu tesoro, estará tu corazón. Si nosotros a nuestro tesoro lo ponemos en el Ipad 24 y después el 25, y después el x24 y después… ahí va a estar nuestro corazón. Y la insatisfacción que provocan estas cosas es algo que podríamos torcer, o por lo menos atenuar.
La sustitución de valores, fíjense ustedes, hoy es más importante parecer que ser. Es decir hay una exteriorización excesiva, es decir, lo que los otros vean es lo que… Y ¿qué soy adentro? Tanto tengo, tanto valgo. Todos lo experimentamos todos los días. La satisfacción inmediata, ya. Llame ya. Lléveselo hoy. Después hay que pagarlo, ¿no? Y ahí empiezan los problemas.
Pero fíjense como, este, no digo perversamente porque no hay una maldad atrás de esto, hay una dinámica, que lleva a que, bueno, la dinámica productiva del capitalismo, del cual no reniego, pero digo, es una característica, en la necesidad de que se compren las cosas y funcione la economía de esa manera. La lucha de clases es algo tan antiguo que en algunos países muy antiguos como el Uruguay, todavía hay quienes la preconizan, cuando todos sabemos que no hay luchas de clases, hay competencia de clases. La lucha de clases son líneas paralelas que nunca se van a encontrar. Es más, lo que se pretende es que cuando se encuentren una va a destruir a la otra. La competencia de clases son líneas convergentes, que en algún punto se encuentran porque la prosperidad del emprendimiento es lo que permite mejores salarios y mejores dividendos, es decir hay intereses comunes en un punto, que tenemos que buscarlos.
Tenemos y vivimos un relativismo, sin mucha esperanza, como todo lo que es relativo, con la muerte se termina todo. Y tenemos entonces, una tarea para realizar desde dentro y desde fuera. ¿Cuáles serían algunas bases para esto? Y ya voy redondeando, primero cuidado con las quimeras.
Cuidado con vender sueños. Tenemos que ser lo suficientemente pragmáticos y serenos como para decir, no podemos cambiar todo, vamos a hacer alguna parte, la que nos toca y la que podemos hacer. No un mundo paradisiaco, un mundo mejor, nada más, ni nada menos.
Y ahí vamos directamente a ¿cuáles son los ámbitos donde esta batalla se puede librar? Y yo creo que hay tres unidades básicas del ser humano, persona, familia, y país o patria. La persona, ya vimos que es un tema entre el ser humano y la religión, si la tiene como referencia o valores, pero es un tema personal. No vale hacerse trampa, pero es quizás más fácil arregla una vida que arreglar la vida de relación entre seres humanos.
La familia es el primer ámbito de socialización y ha sido una preocupación de este movimiento y tenemos que defenderla de varios ataques. El primero es la falta de tiempo para la familia. Ustedes me dirán, y eso ¿cómo se arregla? No ha de ser lo más fácil, pero indudablemente, el tiempo familiar es menor y de menor calidad. Que sea menor el tiempo porque papá y mamá trabajan, que hoy día es lo común, bueno, es un poco lo que ocurre, en todo el mundo, pero la calidad del tiempo es la que quizás no nos atrevemos nosotros a generar en casa. Porque si padre y madre llegan cansados, es natural que prendan la televisión para que los chicos no molesten, pero, ¿eso es realmente lo que nosotros queremos? O ¿es lo que no saca del apuro? Una hora con los hijos, ¿cuánto hace que ustedes no hablan una hora con sus hijos? O con sus nietos. Entonces, la familia, en la medida que encontremos tiempo de calidad para relacionarlos, es la mejor defensa.
No le echemos la culpa a los institutos educativos. A veces, al maestro, a la profesora, le cargamos demasiada responsabilidad, si el chico viene mal educado de la casa, si en la casa lo que oye son malas palabras, si en la casa, a lo mejor ha visto al marido levantarle la mano a la mamá, o la mamá al marido, ¿he? Porque, ¡Ojo, que esa cancha se juega para los dos lados! Si eso se ha visto, ¿Qué va a hacer la pobre profesora en cuatro horas de clase? Ahora, si viene más o menos bien la cosa, la enseñanza continúa esa tarea.
Y la patria, porque es el ámbito natural. Ustedes, tienen que pensar que nosotros somos un país chico, entonces sentimos una gran familiaridad, somos tres millones y medio. Hay un cuento que es mentira, es cuento, no una historia, que dice que un embajador uruguayo le presentaba credenciales el chairman Mao, y entonces le consulta el chairman Mao, ¿cuántos son los uruguayos? Y el embajador le dice, tres millones y medio, y dice el chairman, ¿en qué hotel se están quedando?
Nosotros, porque somos un país chico y nacido a pesar de los vecinos, tenemos mucho sentido de país, pero lo tienen grandes y chicos países. La humanidad es demasiado grande. A mí la humanidad no me quiere decir nada. Mi país sí, mi país, mi familia y yo, yo, mi país y mi familia. Me parece que esos son los centros donde podemos hacer algo.
Por supuesto, caemos todos en la educación, van a hablar ustedes durante esta conferencia, y la educación tiene que ser valores y destrezas, dos cosas. Valores que es la formación del ser humano. La educación fabrica gente, debe fabricar gente mejor, más solidario, más honesto, más buen compañero, cumplir la palabra, no ignorar las normas de los deportes, la solidaridad, el respeto a los mayores, el respeto a la jerarquía, ponerse de pie cuando entra el profesor. Todo eso, son maneras de ser, valores, y después destreza, que es que sirva la educación para desempeñarse en la vida.
Ahora, ¿cómo a los países? Que es el tercer núcleo. Y bueno, los países tienen que vivir en estado de derecho, tiene que haber justicia y no revancha. Lamentablemente vemos mucha confusión al respecto. Tienen que vivir en libertad en el sentido verdaderamente filosófico, que es la libertad, no como un valor absoluto, si no, como decía Juan Pablo 2°, “la libertad del ser humano, no es la de las bestias de los campos”, tiene un límite que es la razón, y la razón en el mundo civilizado, se llama, la ley, entonces yo no puedo hacer lo que quiera. Puedo hacer todo, menos lo que me está prohibido, y eso lo defenderemos, pero debemos defender también los deberes de la libertad, porque, los derechos, nos apuramos a proclamarnos, pero los deberes, a veces los olvidamos.
Y entre las naciones, ¿cómo vamos a lograr una paz? Yo diría, los factores de poder siguen existiendo desde siempre, el poder militar, el capital, la materia prima, los medios de comunicación, hoy día, son tremendo centros de poder, la CNN, el Al Jazeera, son centros de poder tremendos. Deporte, es un centro de poder tremendo. Ahí, cada uno en el que pueda actuar tendrá que tratar, de que estos centros de poder, se adecuen más a las normas, al punto de encuentro.
¿Cuál es el punto de encuentro de los seres humanos como para darnos cuenta de que la paz es buen negocio? Yo creo que hay una sola respuesta, es el medio ambiente, es lo único que nos afecta a todos, blancos, colorado, frentistas, republicanos, demócratas, chinos, orientales del Uruguay, orientales del Oriente, brasileros, rusos, todos. Es lo único que nos une.
Y si el temor a perder eso, no nos hace razonar, entonces, no tengo muy buen futuro para la raza humana. Porque si, al darnos cuenta que se nos destruye la rama donde estamos sentados, y no nos damos cuenta. Yo creo, que esa lucha es la generadora de sentimientos de paz, la custodia del medio ambiente, como un deber, me parece que puede ser el inicio de esto.
Acá en mi país vamos a vivir una campaña electoral. Uno aspira a que la paz del Uruguay sea una campaña de propuesta, no estar insultándonos, no estar faltando el respeto. Estamos viviendo una cosa terrible, que es la impunidad de las redes sociales, donde se puede decir cualquier barbaridad, y donde la gente de mala intención repite esa barbaridad aunque sea mentira. Eso hace un daño terrible, terrible, y como no somos luditas, no vamos a estar contra las tecnologías, tenemos que tratar de que no se use así. Los radicales son los grandes enemigos de la paz, de la democracia.
Yo estoy seguro que en el Uruguay tenemos un sesenta, un setenta por ciento de acuerdo alrededor de los tres temas principales, seguridad, salud, educación y algún otro más, obra pública. Pero hay radicales que están encantados de impedir que eso no se manifieste.
Entonces yo digo, y con esto termino, y puedo decirlo porque no voy a participar en esta elección más que votando. Respetando mayorías y más allá de ellas, yo invito a los uruguayos, que ustedes saben que nos llamamos orientales también, y nos gusta mucho ese nombre, porque estamos al oriente del Río Uruguay, The Eastern Republic of Uruguay. Yo invito a todos mis compatriotas para diciembre de 2014, y ahí hacer un acuerdo, como el de la Moncloa en España, más allá de quien gane, para animarnos a ser valientes y comenzar a edificar la paz. Gracias.