Buenos Aires, Argentina - “Por la vida y por la paz” fue el lema bajo el cual referentes de organizaciones de diferentes sectores plantaron un olivo este lunes 26 de mayo en la Plaza Rodríguez Peña (Av. Callao), frente a la Embajada de la República Árabe Siria, en el marco del viaje del Papa Francisco a Medio Oriente. Representantes de ONG y de gobierno reafirmaron estos valores como gesto de compromiso colectivo al cooperar echando tierra en la plantación, mientras con el mismo sentido lo regaron luego líderes de las tradiciones espirituales del hinduismo, budismo, judaísmo, islamismo y cristianismo: ortodoxo, católico y evangélico.
Elevaron invocaciones o una breve reflexión el Swami Pareshananda (Hogar Espiritual Ramakrishna), la Pastora Noemí Paredes (Ministerio Pastoral Evangélico de Tigre), la Maestra María Florencia Kais (Centro de Meditación Kadampa Argentina), Monseñor Kissag Mouradian (Iglesia Apostólica Ortodoxa Armenia), el Rabino Damián Karo (Congregación Israelita de la República Argentina), el Sheij Abdel Nabi Al Hafnawy (Mezquita Al-Ahmad), Monseñor Tarasios (Iglesia Ortodoxa Griega de Argentina) y el Presbítero Fernando Giannetti (Iglesia Católica Apostólica Romana), quien pudo cumplimentar la oración y riego pese llegar al cierre por otros compromisos.
“Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento”, afirmó Claudio Avruj, Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural (CABA), al recordar una expresión del Papa en su peregrinar por Tierra Santa, en el 50° aniversario del histórico abrazo entre Paulo VI y Atenágoras I. Un hecho que permitiera superar casi un milenio de excomuniones y luchas. Posteriormente dirigieron palabras alusivas y de agradecimiento por sumarse a la convocatoria Juan Sarrafián, Presidente de la Federación Argentina de Colectividades (FAC); y Horacio Daboul, Presidente de la Asociación Liga Árabe Cultural y Social, impulsores de la iniciativa junto con Miguel Werner, Secretario General de UPF Argentina, quien ofició de maestro de ceremonia.
También participaron del gesto Julio Croci, Director General de Colectividades (CABA); el Diputado Nacional Alberto Asseff; Julio Schlosser y Víctor Garelik, Presidente y Director Ejecutivo de la DAIA; Abdo Baradei y Adnan Kassab, del Centro Islámico de la República Argentina; Juan Carlos Rey, Gobernador del Rotary Internacional Distrito 4890; Linda Dorissa, de la Embajada de Palestina; Raúl Amato, coordinador de la Ronda de Paz 2014; Diego Weck, del CGP4; Graciela Curuchelar, presidente de Mediante Procesos Participativos y Pacíficos; Zulma Prina, América Madre – Escritoras por la paz; Andrea Vega, Directora de la Fundación Chacras de Buenos Aires; Gioconda Albesi, del Rotary Club de Parque Patricios; y del Centro de Gestión y Participación de la Comuna 2 (CGP 2– Recoleta), anfitrión que diera curso a la propuesta, representado por Karen Lozzia, Juan Fornari y Soledad Rodríguez, quien compartió la oración “Haz de mí un instrumento de tu paz”, en una imagen de gran ternura con su bebé en brazos.
Representantes de otras organizaciones auspiciantes o adherentes se hicieron presente en el hermoso día soleado, algunos de los cuales cumplieron con el gesto compartido de la plantación del olivo: Foro Porteño de las Colectividades, Consejo de Paz de la República Argentina (Cpaz), Asociación FOPAZ, Organización Argentina de Jóvenes de las Naciones Unidas, AELAC – Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe, Rotary Club de Parque Patricios, Asociación Amigos del Museo del Instituto Bernasconi, El Faro del Sur, Cámara de Comercio de Parque de los Patricios, INCONTRO Red de Profesionales Italo-argentinas, Asociación Parque Las Heras Palermo y Ballet Huellas del Folklore.
“Honrar la vida” fue la canción que interpretó la artista Alicia Haddad en el cierre del encuentro, adherido a la sexta edición de la Ronda de Paz que este año tuvo por lema “Jornada por la paz social”, cuando destacan auspiciosos signos de convivencia, pero también de conflictos y violencia. Un compromiso en línea con el llamado “por la paz en Siria, en Medio Oriente y en el mundo”, que ayudara a frenar la guerra en la conflictiva región el año pasado, aunque la paz sigue siendo todavía una construcción que requiere de más gestos e inversión de esfuerzos cotidianos, perseverantes y compartidos.