A través de la presente expresamos nuestra consternación y pesar ante la inesperada muerte de un fiscal de la Nación, quien llevaba adelante una investigación sobre un tema que enluta Argentina hace más de 20 años. Nuestra solidaridad y acompañamiento a la familia y a toda la comunidad, cuando afloran sentimientos de impotencia, frustración y desánimo.
La crítica hora presente es un llamado más a la responsabilidad del liderazgo, en dichos y acciones, en los estamentos de decisión y en el llano, en los medios y en la sociedad civil. Para recuperar la confianza y transmitir valor y consuelo ante el dolor y el desánimo, llevar calma y tranquilidad frente a la incertidumbre, buscar verdad y justicia ante la impunidad, ejemplificar rectitud y transparencia, ocuparse en la tarea para aportar a la unidad y no a la confusión y al conflicto, siendo parte de la solución y no del problema. Un desafío para honrar la vida y el bien común, una invitación para reafirmar estas convicciones en nuestra comunidad, en nuestra nación y en el mundo.
Que este lamentable acontecimiento local y el triste hecho ocurrido a nivel global al iniciar el 2015 no nos inmovilicen. En este momento necesitamos imperiosamente avivar la llama de la esperanza, para que prevalezcan los valores en los que estamos comprometidos: la vida, la dignidad, la verdad, la justicia, el respeto, la fraternidad, la libertad y la paz tan ansiados. Aspiraciones que solo pueden realizarse junto con otros, diferentes indudablemente, con una actitud más universal, en sociedades que incrementaron su perfil internacional, interreligioso e intercultural.
Una luz de la esperanza fortalecida despejará el sombrío panorama para seguir alimentando los valores de paz, nuestro afán y compromiso cotidiano. Cada uno ofreciendo su renovado y valioso esfuerzo desde su lugar, su sector, su tarea, su función, su misión. Con humilde y sincero reconocimiento de la luz que viene de lo Alto, como quiera que se denomine en cada tradición, que ilumina nuestro caminar en la oración y nos guía en la realización de nuestro anhelo de solidaridad y fraternidad.
Buenos Aires, jueves 22 de enero de 2015