BIEN COMÚN Y PAZ: NACIÓN DEL BICENTENARIO
Declaración Consejo de Paz UPF-Argentina
- Saludamos y felicitamos a las nuevas autoridades electas, llamadas a conducir nuestra nación en los próximos años. Le auguramos una buena gestión, no sólo al nuevo presidente y vicepresidenta, sino a gobernadores, intendentes, legisladores y concejales. Además a equipos de colaboradores y asesores que los acompañarán en el ejercicio de sus respectivas funciones, con idoneidad y vocación de servicio. Por amor a la patria.
- Celebramos el compromiso cívico del pueblo argentino este domingo 22 de noviembre y otras ocasiones durante este año electoral al optar por uno u candidato para un determinado cargo o función de servicio público. Reafirmación de los valores democráticos de participación y de construcción colectiva del bien común a través de una de las nobles expresiones humanas: la política.
- Abogamos por una transición que pueda ser la plataforma para seguir cimentando los valores que dieron origen a nuestra República, pronta a cumplir sus 200 años de vida institucional. Tales como libertad y fraternidad, trabajo y educación, diálogo y respeto, justicia y convivencia en la diversidad de culturas, etnias, nacionalidades y creencias. Hacia un bicentenario de esperanza.
- Sabemos que el destino de grandeza de nuestra nación no es tarea solo de un gobernante, de un partido, ni de un equipo o grupo de “iluminados”, sino un compromiso compartido de todos los sectores. De la cooperación entre las distintas expresiones políticas en búsqueda del bien común con todas las demás esferas de liderazgo y acción humana, trascendiendo particularismos e intereses.
- De este principio del bien común surge la centralidad de la familia humana, que incluye a niños y abuelos, que honra la vida y la convivencia ciudadana, el desarrollo integral, el progreso sustentable y el cuidado de nuestro hogar planetario. Esta es una dinámica activa en nuestras vidas y en el desarrollo de los pueblos, que clarifica nuestra responsabilidad en esta crítica hora presente, plena de oportunidades.
- Por fortuna existe hoy una conciencia de la interdependencia humana y la interconexión de la vida toda ante la gravedad y profundidad de las problemáticas que nos aquejan como sociedad y comunidad global, desde la pobreza hasta el terrorismo. De la imperiosa necesidad de valores universalmente compartidos para la coexistencia, de complementariedad para la realización y prosperidad mutua para la paz.
- Por todo ello, reafirmamos el noble propósito del Preámbulo de nuestra Carta Magna, anhelo que podemos renovar hoy como compromiso, ciudadanos y dirigentes: “Con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”.
Buenos Aires, 24 de noviembre de 2015