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Compromiso Por La Vida, Fraternidad y Paz Declaración Consejo de Paz UPF-Argentina

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Compromiso Por La Vida, Fraternidad y Paz
Declaración Consejo de Paz UPF-Argentina

La “Semana Mundial de la Armonía Inter-confesional entre todas las religiones, confesiones y creencias” fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas por Resolución 65/5, aprobada el 20 de octubre de 2010. La fecha se celebra cada año desde el 2011 durante la primera semana de febrero. El propósito: “la necesidad imperiosa de que las distintas confesiones y religiones dialoguen para que aumente la comprensión mutua, la armonía y la cooperación entre las personas.” Con tal motivo la ONU alienta que durante esta semana los Estados presten apoyo a la difusión del mensaje de armonía inter-confesional “sobre la base del amor a Dios y al prójimo o del amor al bien y al prójimo, cada uno según las propias tradiciones o convicciones religiosas.” UPF-Argentina adhiere a esta trascendente celebración, honrando y reafirmando nuestro compromiso por la vida, la fraternidad y la paz:

  1. Reafirmamos nuestra creencia en un Creador, con el nombre que cada tradición espiritual lo denomine. No se trata de un ente abstracto surgido de lucubraciones estratosféricas de la mente humana, sino una manifestación viviente a lo largo de toda la historia de los pueblos, que elevó la conciencia de sus hijos para el bien común, la fraternidad y la paz. Su amor y verdad fue expresada hace milenios, centurias y en la actualidad por profetas y santos, por hombres y mujeres de buena voluntad, de corazones y mentes abiertas.

  2. Reafirmamos el principio de “vivir por el bien de los demás,” inscripto en el gran libro de la naturaleza, que confirman en sus enseñanzas las religiones al inspirar el amor al Creador y el servicio al prójimo. Que valora lo sagrado de la vida y el respeto de la dignidad de cada persona, que se gesta en el matrimonio y tiene derecho a crecer en una familia armónica, Carta Magna para extender sólidos vínculos comunitarios, contener al débil y al necesitado, a niños y abuelos, relegados hoy en el imperante individualismo y “cultura del descarte.”

  3. Reafirmamos los valores universales de las religiones al elevar la cultura y el alma de los pueblos, su valioso aporte a la educación, la resolución de conflictos y la contención de dramas sociales. En tal sentido, abogamos por una armónica cooperación de las distintas tradiciones espirituales con las autoridades gubernamentales a fin de encontrar soluciones más integrales a la complejidad de las problemáticas locales y globales actuales. En tal sentido se propuso el 18 de agosto de 2000 crear un Consejo Interreligioso en el seno de la ONU.

  4. Reafirmamos la libertad de conciencia y culto, en tanto búsqueda de conexión con el Creador, fuente de la vida y el amor, de principios y valores universales que deben ser protegidos por las leyes y autoridades competentes, por ser la base de otros derechos y libertades. Por tal razón no son aceptables los prejuicios y fanatismos, la “caza de brujas” y “cruzadas” instrumentadas por poderes interesados de turno, las estigmatizaciones y “hogueras mediáticas” hacia quienes profesan una creencia y práctica de bien común.

  5. Muchos de los males y variados conflictos sociales y regionales que nos aquejan, desde la marginalidad y enormes desigualdades, la apelación a la violencia y terrorismo, hasta la droga, narcotráfico, corrupción y destrucción del medio ambiente, provienen, en gran medida, del olvido de nuestro compromiso fraterno, nuestra esencia espiritual y sentido trascendente. Al reafirmar hoy una vez más nuestros principios y valores universales—más allá de la tradición religiosa, etnia, cultura y nacionalidad—reaviamos nuestra convicción y esperanza que la paz local y mundial es posible en nuestro hogar planetario, honrando el legado de amor, sacrificio y perdón regado con sudor, sangre y lágrimas por nuestros antepasados.

Buenos Aires, 4 de febrero de 2016