El dilema Oriente-Occidente en la política exterior de Moldova es una preocupación recurrente. Debido a la casi imposibilidad de definir prioridades claras en los primeros años de la independencia de la Unión Soviética y romper con la vieja mentalidad, Moldova ha quedado atrapada en una interminable transición y una crisis de identidad.
El desafío es reconciliar la dependencia de Moldova del Este con su buena voluntad de unirse al Oeste. En los medios de comunicación, esto se ha comparado al hecho de estar en dos barcos al mismo tiempo. Moldova ha alcanzado un momento en que tiene que debe tomarse una decisión. Sin embargo, la opción no es la de estar a favor de una parte y de negar a la otra; es más la de pertenecer a una mientras que entiende a la otra. Esta “crisis de identidad” es una de las razones primarias por las que el Festival para la Paz Global del 9 de noviembre en el capital de Moldova, ciudad de Chisinau, fue un encuentro muy exitoso.
Para identificar y celebrar los esfuerzos en curso de individuos excepcionales y de organizaciones que están contribuyendo al desarrollo humano y promoviendo una cultura de paz y servicio, fueron examinadas 250 NGOs en Moldova. Las organizaciones más excepcionales de las cuatro categorías siguientes fueron seleccionadas para un reconocimiento especial:
Familia y educación: Sperantsa (significa ‘esperanza’) por su liderazgo innovador en cuanto a la rehabilitación e integración de niños con necesidades especiales en la escuela y en la sociedad.
Construcción de la paz: El Fondo Mundial para Niños de Moldova, fundado por dos ex- adversarios, un oficial soviético y un capitán de Marina de Guerra de los EE.UU., por su dedicación a mejorar las vidas de los niños moldavos.
Desarrollo económico sostenible: Nuevas Perspectivas para Mujeres, un proyecto ejecutado por la USAID y la WINROCK Int., para combatir los efectos devastadores del tráfico humano proporcionando entrenamiento de carreras para mujeres jóvenes de zonas rurales, quienes son social- y económicamente vulnerables.
Medios para la paz: Una concesión póstuma a Victor Mocanu por sus incansables esfuerzos para mejorar las vidas de la gente en su comunidad, discutiendo cuestiones relevantes, encontrando soluciones, y trayéndolas al público a través de una pequeña estación de radio. El evento principal comenzó con el mensaje acerca de que la música es el medio que conecta a toda la gente, hecho con la ayuda de algunas palabras de John Lennon. Luego los distinguidos invitados fueron entretenidos por estrellas del espectáculo de la música nacional pop, cantando temas sobre la paz, así como también varias actuaciones de danza tradicional de diferentes partes del mundo.
El discurso del Dr. Katsumi Ohtsuka, presidente regional de UPF-Eurasia, fue recibido con gran interés y entusiasmo por parte de los participantes. El mensaje que alienta a los moldavos a hacerse dueños de la visión de construir a “Una Familia bajo Dios” en la región, resuena con las tradiciones espirituales de Moldova.
Finalmente, todos los artistas se reunieron todos en la etapa final con velas encendidas, para cantar la final, la canción “Una Familia bajo Dios,” en una espectacular exhibición, terminando en un momento conmovedor con cuatro palomas lanzadas en el aire.
El mensaje sonó claramente. Superó a las fronteras nacionales, a las fronteras religiosas, y a las personalidades, en un verdadero ejemplo de paz. Los corazones cantaron más fuertemente que las palabras y, en un lugar que está dividido se creó una situación en que todos pueden reunirse.