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F. Franco: Address to World Summit 2020
Written by H.E. Federico Franco, President (2012-2013), Paraguay
Monday, February 3, 2020
Address to World Summit 2020, Seoul, Korea, February 3-8, 2020
En primer lugar, mi agradecimiento al liderazgo de la UPF: Dr. Thomas Walsh, Rvdo. Sang Seuk Kim y Dong Mo Shin, y Dr. Charles Yang.
La historia de las divisiones de las dos coreas se remonta a la segunda guerra mundial, donde norcorea (con el apoyo de China y la URSS) y surcorea, que tenía el apoyo de las Naciones Unidas (junto con EEUU y 16 países, Colombia de América Latina).
Esta situación generó una división de la península coreana en dos en el paralelo 38, donde 4 kilómetros a cada lado del paralelo se encuentra una zona desmilitarizada, pero podemos coincidir que a lo largo de los 238 kilómetros de largo de la frontera debe ser la línea más militarizada y controlada del planeta tierra.
Terminada la Guerra de 1945 por el Tratado de Yalta, las superpotencias se dividen los territorios de la península coreana. Empujados por sus aliados chinos y la Unión de las Repúblicas Socialista Soviéticas (URSS), Corea del Norte invade Corea del Sur, llegando en septiembre de 1950 a ocupar toda la península de Corea, excepto Pusán, la región más al sur. En noviembre del mismo año el ejército de Naciones Unidas comandado por el general Douglas Mc Artur, obliga a retroceder a los norcoreanos llegando a ocupar incluso su capital Pyongyang.
Mi posición personal, tengo que decirlo, no soy objetivo, sino que probablemente sea parcial, porque entre los años 1960 y 1970, más de 170 mil surcoreanos tuvieron que emigrar a Paraguay como consecuencia inmediata del hambre y la pobreza de la posguerra. A partir de ahí KOICA (Servicio de Cooperación Internacional de Corea del Sur) ha colaborado mucho en los rubros como: gobierno transparente, salud, agricultura, capacitación, becas, tecnología y últimamente ha participado en la licitación internacional de una ruta nacional paraguaya.
Puedo decir, que el Paraguay recibe de Corea, a través de la KOICA, la mayor cooperación internacional, por lo que la presencia de los casi 200 mil surcoreanos ha sido suficientemente saldada por los sucesivos gobiernos coreanos. Luego, la relación Paraguay-Corea del Sur, no sólo es efectiva, sino afectiva y recíproca.
Como consecuencia de varios años de participar de las actividades de la UPF, estoy convencido que el trabajo del Rvdo. Moon y su esposa Dra. Hak Ja Han, en el sentido de perdonar todo lo que les ha ocurrido siendo ellos nacidos en Corea del Norte, donde murieron sus familiares, y propiciar estas cumbres mundiales, donde líderes de países democráticos nos congregamos para, entre otras cosas orar. Para que por intersección del todopoderoso se pueda logar lo que los hombres, las políticas y las relaciones internacionales hasta hoy no han podido alcanzar: la reunificación largamente anhelada.
En el fondo, son la misma población, las mismas costumbres, idioma, y por qué no, los mismos ideales, pero que por influencias políticas externas, uno se constituyó en una República Democrática Popular, sin elecciones (Corea del Norte) y otra en República de Corea (Corea del Sur), que a través del soberano, el pueblo, estableció una república a través de elecciones.
Se nota el proceder de uno y otro país, basta con mirar el mapa satelital, y si se quiere profundizar un poco más, en la actitud de sus respectivos gobiernos. Kim Jong-un sigue siendo una amenaza no sólo para la península de Corea, sino para el frágil equilibrio político regional, incluso mundial, amparados por sus armas nucleares.
Finalmente, la población reclama la unidad de criterio y renunciamiento en búsqueda de una única y poderosa Corea. La oración sigue siendo un elemento importante y coincido con la organización de la UPF, los fundadores, el Rvdo. Moon y su esposa, nada más oportuno al celebrarse el centenario de su nacimiento. La oración es el arma más poderosa, si bien es cierto es lenta, progresiva, parsimoniosa, pero fundamentalmente sigue siendo el arma más positiva para lograr la unidad de las dos coreas.
¡Dios bendiga a una Corea unida! ¡Muy feliz celebración del centenario!
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