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Rev. Sun Myung Moon addresses the participants in TexasExtractos del discurso a la Cumbre de las Américas, la Biblioteca presidencial de George Bush, College Station, Texas

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Respetados Ex-Presidente de los Estados Unidos George Bush, Ex-Presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, ex Jefes de Estado y actuales Jefes de Estado de Centroamérica, el Caribe, y Latinoamérica, damas y caballeros!

Dios eligió y erigió a los Estados Unidos de América de acuerdo con Su plan providencial, y entrenó al pueblo norteamericano a través del cristianismo. La civilización en el continente norteamericano, enraizada en la fe, ha legado al mundo los principios de libertad de religión y respeto por igualdad de derechos humanos. Descansa en los hombros de Estados Unidos la responsabilidad de traer armonía y unidad entre los 6.5 billones de personas del mundo y de acelerar la creación de un mundo pacífico e ideal.

El tiempo actual marca un importante hito en el desarrollo de la civilización. Estamos parados en un cruce crítico de la historia humana donde podemos completar la providencia de construir la patria de Dios y el reino de paz como la culminación de la historia humana.

Debemos trabajar rápido para completar la reforma de la Organización de las Naciones Unidas y también cumplir la misión de la Federación para la Paz Universal como la ONU de Paz o “Abel”, la cual fue lanzada el 23 de septiembre de 2007. De esta manera vamos a expandir el ideal de la creación de Dios en política, economía, cultura y educación, todo bajo la esfera del corazón y amor de Dios.  

Ninguna nación puede ser una excepción a esto. Todos los muros y barreras que dividen a la familia humana han de derribarse, antes que las olas de la fortuna celestial lleguen a la tierra en esta era. Si dejan volar sus sueños y se reconocen herederos del fundamento victorioso, traído por los Padres Verdaderos del cielo y la tierra, ¡ustedes van a construir la patria de Dios con sus propias manos!

Quienquiera que practique el amor verdadero, va a vivir con Dios, compartir Su felicidad, y disfrutar del derecho de participar como igual en Su obra. Una vida vivida por el bien de los demás es la pre-condición absoluta para entrar al reino de los cielos. Es una nueva forma de vida, modelada en una familia cuyos miembros viven todos pacíficamente centrados en Dios. Es su responsabilidad como Embajador para la Paz de buscar y establecer familias del reino de Dios.

Por favor no olviden que la democracia, como la vemos hoy, es esencialmente una ideología de fraternidad. En ese sentido, la democracia misma está sirviendo como un rol transitorio, y deberíamos rápidamente dar un salto revolucionario hacia una civilización del corazón y amor de Dios, la era de los padres verdaderos y de las familias verdaderas.

Sinceramente les deseo y oro para que ustedes graben en sus corazones estas palabras que les he transmitido y las usen para educar a sus hijos, a otra gente joven, y a todos los ciudadanos de sus países.  Que las bendiciones de Dios estén con sus familias, con sus naciones, con la región de los países de la costa del Pacífico, y con la “ONU de la Paz”!