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La idea de ser parte de una mayor comunidad global de paz es obviamente más atractiva en naciones que están todavía desarrollándose o que están lidiando con recientes desafíos de violencia y conflicto. Pero, ¿qué pasa con las naciones desarrolladas, que están tal vez más asentadas, aún hasta satisfechas con las cosas como están?

Estas preguntas están entre aquellas que fueron desafiadas en debates de una reciente Conferencia Canadiense de Liderazgo con el tema “Educando para la paz”.  Se llevó a cabo en Ottawa, sitio del gobierno canadiense y hogar de 126 embajadas y altas comisiones, junto con universidades, industria de alta tecnología, medios de comunicación, y ONGs de todas partes del país y del mundo.

Un reciente informe de la ONU sugería que el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio –apuntados a mejorar las vidas de más de la mitad de la población mundial—se ha atascado, porque las naciones desarrolladas no están cumpliendo con sus promesas de entregar la ayuda y pericia necesarias.

Ciertamente, hay muchos desafíos en el intento de hacer conexiones constructivas entre los diferentes sectores globales, entre ellos, las contradicciones inherentes que hay en las sociedades del Primer Mundo. Por ejemplo, el Primer Mundo es rico e intenta permanecer así. La reciente crisis financiera en Estados Unidos ha creado olas a lo largo del mundo que muestra cuán profundo es este interés relativamente egocéntrico. Se espera que las instituciones del Primer Mundo sean bien organizadas y bien administradas, y se valora el profesionalismo. Cuando no se encuentran estas expectativas, se extiende la inquietud.

Existe actualmente una confusión de valores en las sociedades actuales. Muchas están experimentando una declinación moral posreligiosa, acompañada por el surgimiento del pensamiento secular humanista y aún de cierto neo-paganismo. En contraste a esto,  nuevas comunidades inmigrantes tienden a retener los puntos de vista morales y religiosos, lo cual puede conducir a tensiones domésticas.

Muchos países se encuentran amenazados y dominados por una cultura popular centrada en EEUU, en donde la moralidad pública va en un espiral descendiente, aunque existen significativas, un tanto calumniadas, bolsas de resistencia.

La verdadera integración y armonización no han sido fáciles, a pesar del predominio de instituciones y estructuras democráticas que se suponen van a proveer igualdad de oportunidades para todos.  En realidad, la sociedad está superpuesta por niveles de elitismo basados en lo económico, en el cual la gente se identifica en parte por el código de vestir, etiqueta personal, y escuelas donde fue educada. Se tienen ciertos valores de la boca para afuera, tales como los derechos humanos, la igualdad racial, la tolerancia religiosa, la igualdad de los géneros, etc., pero se presta atención a las minorías a regañadientes, sólo cuando ellas han ganado el favor de los medios de comunicación populares y se han vuelto una cause célébre.

EL  ROL  POTENCIAL  DE  CANADÁ

¿Cómo puede ayudar Canadá a fomentar conexiones beneficiosas entre los diferentes sectores globales? Porque la historia y la geografía nos han hecho como un sándwich en relaciones asimétricas con naciones poderosas, Canadá ha guiado hacia el desarrollo de instituciones multilaterales tales como la ONU, y mantiene posiciones significativas en un amplio número de organizaciones internacionales.

Como miembro de las Naciones Unidas, Canadá participa en todos sus organismos y en sus fuerzas para conservar la paz. Es parte de los grupos G7 y G8 de las naciones industrializadas y también miembro de las asociaciones regionales que incluyen países del Segundo y Tercer Mundo. Éstas incluyen la OTAN al este, NAFTA y la Organización de Estados Americanos al sur, y la Cooperación Económica de Asia del Pacífico al el oeste. Sus lazos históricos con Gran Bretaña y Francia se reflejan en su membresía en las amplias redes británicas de Commonwealth de las Naciones, y La Francophonie.

Hacia el norte, somos una nación polar profundamente involucrada en cuestiones de soberanía en el Ártico. Un viajante del fututo puede que atraviese el Estrecho de Bering desde Rusia a Alaska, ¡pero tendría que viajar a través de Canadá para seguir adelante!

Canadá tiene buena reputación internacionalmente tanto como líder en los movimientos por la paz, como un intermediario honesto. Mientras muchos países del Primer Mundo estaban colonizando poderes, Canadá no tiene pasado imperialista. Un canadiense, Lester B. Pearson, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1957 por su rol in formar las misiones de conservación de la paz de la ONU, y Canadá ha participado en todas ellas. La torre central de nuestros Edificios Parlamentarios se llama Torre de la Paz. Canadá tiene en el Tercer Mundo amplias ONG, y proyectos de desarrollo patrocinados por el estado.

Canadá tiene activos movimientos de paz y confesionales. El Consejo Nacional para la Paz UPF-Canadá se encuentra mensualmente en ciudades claves, patrocinando proyectos y trabajando en asociación con otros grupos de paz y grupos confesionales. Por ejemplo, hay un creciente movimiento nacional para la creación  de departamentos de paz en cada nación. Canadá, con su larga historia de preservación de la paz y resultados de negociaciones por conflictos, está situada en una posición única para hacerse la primera nación en proclamar un Departamento y un Ministerio de Paz. La Conferencia Canadiense de Liderazgo expuso esto al Departamento Canadiense de Iniciativa de la Paz, el cual está encabezado por 19 organizaciones.

Otro foco de la conferencia fue el rol de la policía en prevenir y resolver conflictos antes de que se transformen en violencia. En una sesión de la conferencia, hubo una discusión de la fuerza del orden público y personal militar acerca del rol del patrullaje tradicional desde la perspectiva de una cultura de paz. El patrullaje involucra una compleja selección de respuestas y actividades en diferentes contextos, y en una cultura de paz, deberían ser el diálogo y la negociación lo que forman el núcleo de la prevención y resolución de conflictos.

La conferencia también desafió a la juventud y a la gente de fe, en cuanto a invertirse a sí mismas en la resolución de conflictos y la construcción de la paz, ofreciendo entendimiento, programas modelo, y currículum que pueden ser aplicados en muchos escenarios.  El 4 de octubre se realizó una Gala de Entrega de Premios de la Paz, donde se expuso a grupos e individuos destacados quienes están verdaderamente marcando una diferencia a través de sus esfuerzos en hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.