Buenos Aires, Argentina—Una llovizna persistente acompañó la caminata y la bicicleteada de la Peace Road Argentina 2016 realizada el 2 de octubre, pero que no disminuyó el ánimo y el espíritu de los participantes. La caminata, que comprendió una extensión de unos siete kilómetros en la ciudad de Buenos Aires, recorrió lugares de profunda significación histórica y espiritual para Argentina en el año del Bicentenario. Mientras las bicicletas llegaron hasta el espacio verde del barrio porteño de Palermo siguiendo la “bici-sendas”. La salida común arrancó cerca de las 10.00 horas de la mañana desde el Km. 0, un monolito ubicado en la Plaza Mariano Moreno, frente al Congreso Nacional, punto de inicio de la red de carreteras argentinas.
La caminata unió en su recorrido lugares donde descansan los restos de personajes históricos, buscando conectar con su fundamento de servicio a la Patria a 200 años de la Declaración de la Independencia: San Martín, llamado “Padre de la Patria”; Belgrano, “creador de la Bandera Nacional”; y María Antonia de San José, más conocida como Mama Antula, considerada “madre espiritual de la República Argentina”. Esto significó el ingreso a la Catedral Metropolitana, el Convento Santo Domingo y la Iglesia La Piedad, y contempló una explicación de particularidades de San Martín y Belgrano, dadas por el Embajador para la Paz Christian Oreb, coordinador general de la Red Cooperar.
La marcha abrazó también en su trayecto a las sedes de los tres órganos de gobierno de la República Argentina: el Congreso Nacional, el Palacio de Justicia y la Casa Rosada, dibujando un símbolo de “infinito” en su recorrido, tal cual es el logo que identifica a la Peace Road a nivel global. Fueron los otros puntos para congregar a los participantes, que se fueron dispersando con el andar diverso de jóvenes, adultos y grupos.
Al iniciar hubo una oración y palabras explicativas de Carlos Varga, Presidente de la Federación de Familias para la Paz y Unificación Mundial de Argentina (FFWPU Argentina); Miguel Werner, Secretario General de UPF-Argentina; y Emanuel Sayavedra, presidente de CARP Argentina. Al arribo, después de más de tres horas de caminata y bicicleteada bajo la lluvia, esperaba el almuerzo en la sede de la FFWPU Argentina y una torta de celebración preparada para la ocasión. También se entonó la tradicional canción “Ven pronto unidad” en coreano, que pone a todos en sintonía con el propósito de esta iniciativa: “conectar el mundo a través de la paz” y “realizar el sueño de una familia global”.
Es el segundo año que Argentina se une a la Peace Road, que comenzó a desarrollarse a nivel global en el 2013, y que durante el 2016 busca concretar actividades en más de 120 países. La misma adquiere características particulares de acuerdo a la idiosincrasia y situación de cada comunidad, país y región. Cabe recordar que la Peace Road fue presentada el 31 de agosto en el Salón Bioy Casares de la ciudad de Buenos Aires. Una reunión informativa donde se mostró dos videos que amplían la mirada sobre la iniciativa: “Ingeniería Extrema: Un puente sobre el estrecho de Bering”, extracto de un documental de Discovery Channel sobre este megaproyecto; e “Introduction Peace Road 2016”, que reseña las actividades desarrolladas durante el 2015 a nivel mundial.
(*) La “Ruta de la paz” es un proyecto que busca conectar a todos los pueblos del mundo. La idea de una “Carretera Internacional de la Paz” fue propuesta en la 10° Conferencia Internacional de la Unidad de las Ciencias (ICUS) de 1981 en Seúl, donde Sun Myung Moon enfatizó sobre la necesidad de una vía que comunicara Corea con Japón, dos naciones otrora enemigos. En una perspectiva ampliada promovió mundialmente en el 2005, en la gira inaugural de la Universal Peace Federation (UPF), la construcción de un “Puente-túnel de la Paz” en el Estrecho de Bering, que separa Siberia y Alaska en unos 82 kilómetros, como un modo de acercar Oriente y Occidente, Norte y Sur, EEUU y Rusia. Países que confrontaran en una larga lucha ideológica-militar durante la “guerra fría”, cuyas esquirlas permanecen activas en distintas regiones del planeta. Un autopista internacional que permitiría viajar por tierra desde Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, hasta Santiago de Chile, y desde Londres a Nueva York, conectando al mundo como una sola comunidad.
La Iniciativa “Ruta de la Paz” (Peace Road) busca “conectar el mundo a través de la paz” y “realizar el sueño de una familia global”. También propicia la reunificación pacífica del único país todavía dividido vestigio de la “guerra fría”: la península de Corea; de allí el lema: “Un mundo: Una Corea”. Además se promueve la realización de un parque de paz en la zona desmilitarizada que divide a Corea, la instalación de la quinta sede de la ONU en esta región asiática y el establecimiento de una red de parlamentarios comprometidos de cada nación con la convivencia pacífica a través del establecimiento de la Asociación Internacional de Parlamentarios para la Paz.
La construcción de carreteras, puentes y túneles para superar barreras físicas y geográficas facilitó en el pasado no sólo el transporte de bienes y el comercio, sino que ayudó al intercambio y acercamiento de los pueblos. Y, sin dudas, contribuirá en este tiempo de crisis y variados conflictos a generar mayores posibilidades de encuentro y entendimiento mutuo, oportunidades de desarrollo y progreso sostenible. En fin, la “Ruta de la Paz” es la confluencia de esfuerzos de personas y organizaciones que buscan trascender barreras nacionales y culturales, religiosas y raciales, en procura del ideal de una gran y única familia global que reconoce a un mismo Creador.
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