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Lucia Salamea-Palacios
Representante de ONU Mujeres en Ecuador y Colombia
Directora para la Región Andina

Mensage para el Día Internacional de la Familia
Salon del ”Ex-Senado,” Asamblea Nacional de Ecuador - 16 de mayo 2012

La normativa en derechos humanos reconoce el derecho de cada ser humano a formar una familia, en el ejercicio de la igualdad de derechos, la no discriminación y el consentimiento de ambas partes a formarla. Se reconoce, además, que existen diferentes formas de arreglos sociales alrededor del mundo que constituyen diversos tipos de familia.

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La Constitución de la República del Ecuador en su Art.67 señala “Se reconoce la familia en sus diversos tipos. El Estado la protegerá como núcleo fundamental de la sociedad y garantizará condiciones que favorezcan integralmente la consecución de sus fines. Estas se constituirán por vínculos jurídicos o de hecho y se basarán en igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes”.

Mujeres y hombres gozan de los mismos derechos al interior de la familia, y en este sentido han habido importantes avances constitucionales que sustentan esta positiva transformación. Sin embargo, es necesario considerar que este ha sido un espacio de desigualdad y discriminación para las mujeres: las leyes que gobiernan el estatus de la mujer en la familia muchas veces han limitado su rol como su capacidad jurídica, en ciertos paises la nacionalidad y ciudadanía de las mujeres son coartadas o negadas por la ley en varios aspectos al momento de contraer el matrimonio, también ha sido el lugar donde las relaciones de género y generacionales se desarrollan en un marco de poder asimétrico que se expresa en la distribución desigual del trabajo reproductivo, como en la toma de decisiones, el control, los recursos, el grado de autonomía, la libertad de movimiento, e incluso la violencia física, psicológica, económica y sexual.

Los estudios sobre familia con perspectiva de género, han contribuido a mostrar las condiciones de desigualdad social en que se desarrollan las dinámicas a su interior. Se ha planteado que las mujeres, por su papel de madres, se identifican principalmente con la vida domestica, restringiendo sus actividades económicas y políticas fuera del hogar. Es reciente la incorporación de la discusión frente a las nuevas masculinidades, donde se traza, por ejemplo, la importancias del rol del padre, su derecho y responsabilidad frente la crianza de los hijos.

La familia está sujeta a influencias externas como la economía, las políticas públicas, el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo, la falta de bienestar social, la migración, los conflictos armados, constituyendo en elementos fundamentales para el análisis de la transformación de la estructura de las familias. Pero también existen influencias de carácter simbólico que han modelado su vida interna, como las relaciones entre hombres y mujeres, adultos y niños, modelos de familia difundidos en los medios de comunicación. La familia es un lugar donde el conflicto y la violencia por muchos años ha permanecido oculto.

Pensamos firmemente que es posible la costrucción de relaciones entre hombres y mujeres en igualdad de condiciones, y que mucha de la violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes puede ser prevenida en las distintas formas que las familias se construyan, así como es nuestra obligación develar mitos y generar profundas reflexiones que permitan que transformaciones hacia la igualdad de derechos se sucedan.

Por esta razón, estrategias de promoción del derecho a vivir una vida libre de violencia, así como principios fundamentales de igualdad y no discriminación deben ser abordados y fortalecidos en las familias, aportando a la construcción de un mundo mejor.